viernes, 19 de junio de 2009

Probamos el nuevo iPhone

Por JOSÉ MANUEL NIEVES - MADRID - ABC.es 19 de junio del 2009

A partir de hoy, y de la mano de Telefónica, el iPhone 3GS de Apple empieza a venderse en España. Se trata de la nueva versión del terminal con el que la marca de la manzana ha conseguido, en apenas dos años, cambiar un buen número de los estándares en los que se basaba la telefonía móvil. Gracias al iPhone las pantallas han crecido, se han vuelto táctiles, el uso del móvil se ha simplificado y se han abierto las puertas a un número enorme de aplicaciones y programas que aumentan la funcionalidad de los dispositivos, organizadas por categorías en una tienda a la que se accede con el simple toque de un dedo.
Es esa la razón principal del éxito de un móvil cuyas dos primeras veriones no contemplaban funciones tan básicas como cortar y pegar, reenviar mensajes de texto o el envío de MMS. Unos terminales cuya cámara, además, era sólo de dos megapíxeles y sin capacidad para hacer vídeo. Unos terminales con un grave problema en cuanto a la duración de la batería y con un procesador no todo lo rápido que habría sido deseable.
Cien nuevas funciones
Pero todo eso se acabó. El nuevo iPhone viene arropado por el lanzamiento de la nueva versión (la 3.0) del sistema operativo móvil de Apple, que permite hasta cien nuevas funciones, entre ellas todas las mencionadas arriba. El iPhone 3G, por fin, es capaz de hacer lo que llevan años haciendo la inmensa mayoría de los móviles del mercado. Y sigue manteniendo, además, las características que convirtieron a sus predecesores en un objeto del deseo para millones de personas en todo el mundo.
La primera impresión es que el iPhone 3GS hace realmente todo lo que dijeron que iba a hacer. Empezando por la batería, que aguanta de sobra un día completo de uso intensivo, con largas conversaciones, descarga de correos, navegación por internet y una buena dosis de música y vídeos. También la «S» (que está por «Speed») responde a una realidad incuestionable. Comparado con sus antecesores, el nuevo iPhone abre las páginas de internet mucho más rápido, igual que las aplicaciones. Se acabaron también esos molestos instantes de latencia cuando, por ejemplo, al abrir la agenda el teléfono se quedaba «colgado» durante unos segundos interminables.
La capacidad para ser utilizado como módem con cualquier ordenador (que tampoco es una novedad en el mundo de los móviles), más una útil función de búsqueda integral de aplicaciones y contenidos, más una brújula digital que facilita las funciones basadas en geolocalización, completan el panorama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario